Catena Zapata Adrianna Malbec Fortuna Terrae

Descripción

Fortuna Terrae - “Suerte de la Tierra” en latín - hace referencia a las “afortunadas” vides de esta pequeña parcela del Viñedo Adrianna. De hecho, los suelos arcillosos profundos de este sector albergan gran cantidad de pastos nativos que previenen la erosión, atrayendo a insectos benéficos, pájaros cantores y zorros montañosos. Debido al frescor que imparten los suelos profundos y la altura, los vinos Fortuna Terrae presentan una óptima acidez y delicados aromas a flores. Conviene disfrutar este vino luego de algunos años o décadas posteriores al año de cosecha.

Notas de cata y maridaje

Color: Rojo picota intenso con matices violáceos, profundo y oscuro, reflejando su concentración. El Adrianna Vineyard Fortuna Terrae Malbec, con su elegancia, frescura y complejidad, es ideal para platos ricos y estructurados: Carnes rojas: Perfecto con cortes como bife de chorizo, ojo de bife o asado a la parrilla, donde los taninos aterciopelados y la fruta madura complementan la intensidad de la carne. Carnes de caza: Ciervo, jabalí o venado, que armonizan con sus notas especiadas y terrosas. Cordero: Costillas de cordero al horno con hierbas o un tagine con ciruelas, resaltando las notas florales y de especias del vino. Quesos duros y curados: Parmesano, gouda añejo o reggianito, que combinan con los matices de roble y la mineralidad. Platos con salsas intensas: Risotto de hongos con trufa, carnes con salsa de vino tinto o pimienta, o pastas con ragú, donde la acidez fresca equilibra la riqueza del plato. Vegetales grillados o asados: Berenjenas, pimientos o calabacines, que complementan la frescura y las notas herbales del vino. Chocolate amargo: Postres con chocolate de alta calidad o un fondant, que resaltan los matices de cacao y especias del Malbec. Aroma: Muy aromático y expresivo, con notas de frutas negras maduras (moras, ciruelas, cerezas), flores púrpuras (lavanda, violetas), hierbas de montaña (tomillo, orégano, menta), especias (pimienta, clavo) y un toque mineral de piedras húmedas y grafito. La crianza en roble francés aporta matices de vainilla, tabaco y chocolate. Sabor: En boca es elegante, redondo y equilibrado, con una entrada jugosa y una acidez fresca que aporta vivacidad. Los taninos son finos, aterciopelados y bien integrados, con una textura rica y concentrada. Presenta un final largo, mineral y vibrante, con notas de frutos negros, especias y un toque calcáreo.

Ficha Técnica